XXXXXXX LEFT CUESTIÓN
XXXXXXX LEFT CUESTIÓN DE ALTURA La gran estrella de la exhibición es, sin lugar a dudas, una carrera de obstáculos con tres partes. La primera, el Twin Terrapod, es una espectacular máquina creada a medida que parece sacada de Parque Jurásico, pero con monstruos de Meccano en lugar de dinosaurios. La misión de esta enorme plataforma de acero es poner a prueba la habilidad de un Land Rover al subir y aguantar el tipo en pendientes extremas y, hoy, provocar chillidos de admiración entre el público infantil. Nuestro Discovery asciende por una imponente cuesta de 30 grados y la función All-Terrain Progress Control se ocupa de ajustar la potencia que llega a cada rueda con el objetivo de mantener una velocidad segura y constante en su avance por la superficie del obstáculo. Por el parabrisas lo único que vemos es el cielo y nuestras pasajeras, ANNABEL 10 AÑOS «¡HA SIDO TAN DIVERTIDO! LA PRIMERA PARTE ERA, DE LEJOS, LA QUE DABA MÁS MIEDO». Haiden, de 8 años, y Augustus Wrenn, de 11 años, están absolutamente alucinadas. «¿Cómo puede estar este coche aquí arriba? —dice Augustus chillando—. ¡Es increíble!». Antes de que nos demos cuenta llegamos a lo más alto y nuestro instructor de Land Rover Experience logra mantener el vehículo estable jugando con el acelerador a 5,7 metros del suelo, la altura de una jirafa. La pendiente hasta abajo tiene una inclinación de 40 grados, igual que las escaleras de una casa de dos pisos. Empieza el descenso y empiezan también los chillidos de pura emoción en la fila de atrás; nuestro conductor no toca el freno para nada y la función Hill Descent Control del Discovery se encarga automáticamente de controlar la bajada por la resbaladiza superficie metálica. En el Turntable Terrain Trailer, el vehículo realiza el ascenso y luego llega a una plataforma situada a una vertiginosa altura, que se inclina 180° para volver a dejar a ras del suelo el Discovery, que sale del remolque tan pancho… Una demostración práctica de hasta dónde puede llegar el Discovery. La última sección, el Articulation Trailer, tiene dos rampas a diferentes alturas y el objetivo no es otro que poner a prueba la capacidad del mítico todoterreno para lidiar con ángulos de aproximación complicados. Hugo Allison-Vallois, de 12 años, sale del coche temblando de emoción. «¡Ha sido increíble! ¡Estaba tan empinado que parecía que íbamos a despegar!». Preguntado por sus impresiones sobre el vehículo, su respuesta no puede ser más elocuente. «Cuando sea mayor, quiero un Land Rover», asegura sin atisbo de duda. Pero, ¿cuál? Hoy, además del Discovery, saltaron a la arena dos Range Rover y un Range Rover Sport. A lo que responde, con una sonrisa de oreja a oreja, «¡Todos! ¡Los quiero todos!». 44
EXPERIENCIAS 45