Views
6 years ago

Abril de 2017

  • Text
  • Rover
  • Nuevo
  • Velar
  • Equipo
  • Mundo
  • Primera
  • Copa
  • Bonanza
  • Marca
  • Embargo
Presentación del nuevo Range Rover Velar | Un vistazo a algunas de las casas más exclusivas del planeta | La relación del hombre con su mejor amigo | Un viaje de película por la isla de Skye

WICHITA DESDE EL AIRE

WICHITA DESDE EL AIRE “NI SIQUIERA NOS DARÍAMOS CUENTA DE LO RÁPIDO QUE VAMOS DE NO SER POR LA SUCESIÓN DE CAMPOS SIN FIN QUE AVANZA A TODA VELOCIDAD 610 METROS POR DEBAJO DE NOSOTROS”. mantenido su esencia a lo largo de décadas, aunque al mismo tiempo han experimentado transformaciones considerables. El diseño original, el Model 35, contaba con un ruddervator, una peculiar cola en forma de “V” que combinaba el timón, el estabilizador y los timones de profundidad en una sola unidad sencilla y ligera. Las versiones posteriores del Bonanza sustituyeron el ruddervator (que desaparecería en 1982) por una cola convencional. Otra modificación considerable se produjo a finales de los años sesenta con el lanzamiento del Model 36, una versión “alargada” que añadía 25 cm más al fuselaje. Con esta sencilla modificación, el nuevo modelo podía dar cabida a seis personas sentadas, en comparación con las cuatro del Model 35. De una forma parecida, una década antes Land Rover alargó el chasis del Series I de 203 a 216 cm y desarrolló una versión de 272 cm, primero en forma de furgoneta con la zona de carga descubierta y, dos años después, como primer modelo de cuatro puertas. Sin embargo, desde su lanzamiento lo que distinguía al Bonanza del resto de aviones era su confort interior. El modelo actual es parecido al Range Rover: cuero con sutiles pespuntes, alfombras delicadas y unos acabados impecables. Los clientes pueden acudir a la planta para contemplar cómo se construye su avión y personalizar el interior a partir de una amplia variedad de materiales y colores. Llegar a la zona de entregas de Beechcraft para despegar con un nuevo Bonanza es una sensación difícil de describir. En primer lugar, el visitante siente que sigue los pasos de personas como Gordon Cooper, uno de los astronautas del primer programa espacial tripulado, que se compró un Bonanza a principios de los años sesenta. La fiabilidad y el manejo sencillo de la aeronave también se ganaron el favor de aventureros como Bill Odom, el primer hombre en pilotar un avión ligero sin paradas entre las islas Hawái y el territorio continental de los Estados Unidos en 1949, y Peter Mack, que en 1951 dio la vuelta al mundo a bordo de su Bonanza, bautizado como “La llama de la amistad”. Mientras otros aviones han alcanzado la fama y han caído en el olvido, el Bonanza siempre ha tenido demanda, gracias a una fórmula sencilla pero duradera: un avión fiable y cómodo que cumple su función con eficiencia y sin alharacas. Al igual que ocurre con el Defender, su reputación le ha proporcionado una gran parroquia de seguidores entusiastas. Aunque 18.000 aviones vendidos no parezca una cifra excepcional, resulta enorme para la industria aeronáutica, comparable a los dos millones de Defenders producidos en Solihull. Aunque mi vuelo de dos horas en el avión de demostración de la fábrica no estaba destinado a batir récord alguno, mi corazón se aceleró cuando el piloto Will Klein abrió el gas y lo lanzó a toda velocidad por la pista de casi 2,5 km. Al alcanzar una velocidad de 75 nudos, las ruedas se separaron del asfalto, el tren de aterrizaje se retrajo y nos elevamos rumbo hacia el este. Sin la magia de la navegación GPS sería muy fácil perderse. Kansas es un estado llano que se extiende casi hasta el infinito, un paisaje solo alterado por la ocasional aparición de un parque eólico. Klein señala un viejo motel que había vivido días de gloria antes de que las autopistas interestatales atravesasen la gran llanura que se extiende a nuestros pies y que, aún hoy, es un destino habitual de los pilotos locales que buscan una excusa para una escapada. El motor de 9,0 litros del Bonanza, suave, silencioso y estable, suena relajado mientras volamos a una velocidad de 165 nudos. Ni siquiera nos daríamos cuenta de lo rápido que vamos de no ser por la sucesión de campos sin fin que avanza a toda velocidad 610 metros por debajo de nosotros. El sol se ha puesto y, de regreso a Beech Field, contemplamos el parpadeo de las luces del centro de Wichita. Volar de noche en un avión pequeño es una experiencia mágica que bordea el misticismo. Las dos horas han pasado en un suspiro y Klein enciende las luces de la pista apretando varias veces el botón de transmisión por radio. Con los estabilizadores y el tren de aterrizaje desplegados, el Bonanza desciende a 75 nudos y aterriza con suavidad. No resulta difícil entender por qué el Beechcraft Bonanza ha perdurado durante tanto tiempo. Al igual que el Defender, su construcción y su diseño rompedor le han infundido un espíritu, una tradición y una vida mucho más duradera de lo que sus creadores hubiesen imaginado. 64

El articulista Colin Goodwin (derecha) y el piloto del Beechcraft Will Klein (izquierda) surcan con el Bonanza los infinitos cielos de Wichita. 65

 

Revista Land Rover

 

La revista Land Rover Magazine recoge en sus páginas historias de diferentes lugares del mundo que hablan de fuerza interior y de afán de superación.

En este número, ponemos a prueba el Defender de la mano de dos intrépidos y jóvenes aventureros mientras preparan una expedición al Polo Sur. También celebramos los 50 años del Range Rover participando en una ruta que descubre las maravillas de Dubái. Echamos la vista atrás, pero también miramos hacia el futuro: un grupo de visionarios nos explica las tecnologías que pueden cambiarnos la vida en los próximos años.

Jaguar Land Rover Limited: Registered office: Abbey Road, Whitley, Coventry CV3 4LF. Registered in England No: 1672070